Arbre de la goma gegantí-Plaça San Martín, Buenos Aires |
LA LUNA
A María Kodama
Hay tanta soledad en ese oro.
La luna de las noches no es la luna
que vio el primer Adán. Los largos siglos
de la vigilia humana la han colmado
de antiguo llanto. Mírala. Es tu espejo.
Jorge Luis Borges
DESPEDIDA
Entre mi amor y yo han de levantarse
trescientas noches como trescientas paredes
y el mar será una magia entre nosotros.
No habrá sino recuerdos.
Oh tardes merecidas por la pena,
noches esperanzadas de mirarte,
campos de mi camino, firmamento
que estoy viendo y perdiendo...
Definitiva como un mármol
entristecerá tu ausencia otras tardes.
Jorge Luis Borges
Jo que només he pogut ser una dona no he sigut mai el somni del poeta que va estimar a Matilde Urbach.
"Yo, que tantos hombres he sido, no he sido nunca,
aquel en cuyo abrazo desfallecía Matilde Urbach."
aquel en cuyo abrazo desfallecía Matilde Urbach."
Trist com la tarda d'avui, que es desfà en rosa sobre el mar i mai no ens fa promeses.
ResponEliminaUna abraçada.
Però jo et llegeixo contenta, els llavis somriuen pel seu compte davant aquesta tarda desfeta en rosa sobre el mar. Un goig.
ResponEliminaUn petó, Olga!
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ResponEliminaBorges, el inmenso!
ResponEliminaTú lo has dicho, Pilar.
ResponEliminainmenso mi abrazo para tí.